KIEV, Ucrania.- El suministro de armas, equipos y dinero para Ucrania, que envían la Unión Europea y Estados Unidos, países que forman parte de la Alianza Atlántica (OTAN) y condenan la invasión rusa, que comenzó el 24 de febrero, es enorme pero no suficiente.
Por eso, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció que los países miembros de la alianza están trabajando de forma estrecha con las empresas de defensa para garantizar que Ucrania reciba más suministros, para estar preparada para el largo plazo en su guerra con Rusia.
“Estamos proporcionando mucho apoyo, pero tenemos que hacer aún más y estar preparados para el largo plazo”, dijo Stoltenberg.
“Por lo tanto, ahora también estamos en estrecho contacto y trabajando de forma estrecha con la industria de defensa para producir más y entregar más de diferentes tipos de municiones, armas y capacidades”, señaló.
En los últimos meses, Estados Unidos y otros países occidentales comenzaron a enviar a Ucrania sistemas de armas convencionales más avanzados, incluidos sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS) que ofrecen un mayor alcance y más precisión.
Stoltenberg dijo, en un discurso en Noruega, ante militantes del partido laborista local, que la invasión rusa de Ucrania creó el momento más peligroso para Europa desde la Segunda Guerra Mundial y que no se puede permitir que Rusia gane. También acusó al presidente ruso, Vladimir Putin, de incurrir en una retórica “imprudente y peligrosa” respecto al posible uso de armas nucleares.
Aunque los miembros de la OTAN no están implicados de manera directa en la guerra, la Alianza Atlántica participa estrechamente en la coordinación de la respuesta occidental a la invasión.
Stoltenberg reiteró su posición de que la guerra probablemente si se hacen esfuerzos diplomáticos, que deben estar apoyados por lña fuerza. “Sabemos que la mayoría de las guerras terminan en la mesa de negociaciones. También sabemos que el resultado de esas negociaciones depende totalmente de la fuerza en el campo de batalla”, dijo.
Escalan las hostilidades y mueren más civiles
Por ahora, la posibilidad de lograr la paz en una mesa de negociaciones parece lejana. Cuando faltan día para que se cumplan cinco meses y medio de la invasión rusa, al menos 17 civiles murieron en ataques de tropas de ambos países, en el este y sur de Ucrania.
Ocho fallecieron al explotar un proyectil ruso cerca de una parada de colectivos, en la ciudad de Toretsk, parte de la provincia de Donetsk, en la región que Moscú busca conquistar. La explosión hirió a otras cuatro personas, entre ellas tres menores de edad.
“Según las primeras informaciones de las que disponemos, fue un disparo de artillería que alcanzó una parada de transporte público donde una multitud de gente estaba esperando”, dijo el gobernador Pavlo Kirilenko en la aplicación de mensajería Telegram.
Más temprano, la Presidencia de Ucrania dijo que cuatro personas murieron y otras 10 resultaron heridas en ataques rusos en nueve provincias de Ucrania.
Autoridades de la ciudad oriental de Donetsk, la capital de esa provincia, que desde 2014 está controlada por separatistas ucranianos prorrusos, informaron de bombardeos ucranianos que dejaron al menos cinco muertos y seis heridos, todos civiles.
Como en días anteriores, la sureña ciudad ucraniana de Mikolaiv volvió a ser atacada con proyectiles por Rusia. Autoridades locales informaron de grandes explosiones, pero no había aún claridad sobre los daños provocados o sobre eventuales víctimas. Mikolaiv es capital de la provincia del mismo nombre, que limita por el norte con la de Jerson, ocupada por Rusia desde los primeros días de la invasión lanzada el 24 de febrero. (Reuters-Especial)